Orgullo

Anoche soñé que yo era una rana. Fue un sueño terrible, debía trabajar sin descanso por mi supervivencia. Debía ser muy cuidadoso de los otros animales y dedicarme a croar y esconderme todo el tiempo. Saltaba de hoja en hoja sobre un pequeño charco en busca de moscas, mosquitos y otros insectos ¡que asco!

Hoy tengo un día muy agitado. En la mañana debo reunirme con mi jefe para presentarle la nueva estrategia de marketing de la compañía, es una estrategia agresiva y de ataque directo a la competencia, tal como él me lo solicitó. Creo que va a quedar muy contento. En la tarde tengo una reunión con los diseñadores gráficos para comenzar a planificar la campaña base de la nueva estrategia, una vez que mi jefe la dé por aprobada. Es increíble el trabajo que me cuesta hacer que los diseñadores capten las ideas de fondo de las estrategias para proponer las nuevas campañas, esta bien, ellos deben ser creativos pero también deben ser capaces de seguir las líneas estratégicas.

Anoche volvía a soñar que era una rana, pero ahora yo era la presa y tuve que huir del ataque de aves de rapiña y esconderme entre las plantas acuáticas y finalmente saltar a mi charco y mantenerme sumergida por un largo período. Salía a la superficie sólo a respirar cuando ya no podía aguantar más la falta de oxígeno. Sólo cuando el hambre me venció me atreví a salir a posarme sobre una hoja a continuar mi caza. Otra vez fue un sueño terrible y desperté sobresaltado. Creo que los sueños de las últimas noches no me hacen bien y voy a visitar a un amigo psicólogo para que me dé algunos consejos.

La reunión de ayer con mi jefe no resultó como esperaba, él deseaba una campaña aún más agresiva contra la competencia, algo que los atacara directamente y no dejara lugares a duda de nuestras intenciones de sacarlos del mercado. Cancelé la reunión con los diseñadores y me dediqué a buscar mis sentimientos más agresivos, aquellos que normalmente nos encargamos de reprimir y mantener escondidos en algún rincón de nuestros cerebros. Me costó un gran esfuerzo revivir esos sentimientos, pero finalmente lo conseguí y planteé una estrategia de campaña totalmente nueva y de acuerdo a las expectativas del director de la compañía.

Mi sueño de anoche otra vez fue de rana. Sigo siendo el mismo personaje de las otras noches, viviendo un día preocupado de comer, sobrevivir y ahora de aparearme. Esto si que fue asqueroso, debía dedicarme a escuchar los llamados de una hembra y mezclarme entre un grupo de machos desesperados por montar a una hembra que tenía el doble de nuestro tamaño. Fue la pelea más desordenada que puedan imaginar, en el ambiente se sentía el aroma de la excitación de todos nosotros. Finalmente logré llegar sobre la hembra y fertilizar sus huevos, fue una sensación muy extraña, creo que para en ese momento me pareció una clase de placer instintivo de los más básicos que pueden llegar a existir.

Mi amigo el psicólogo me advirtió que el estrés de mis últimas semanas me estaba llevando a tener experiencias de desahogo como las de mis sueños, que éstos eran alguna forma de escape de mi ritmo de vida diario. Me recomendó realizar unas sesiones de hipnosis, y ayer comenzamos con la primera. Según él, después de la tercera sesión debería pasar una noche tranquila y despertar como solía hacerlo antes. Respecto a mi trabajo, a mi jefe le gustó la estrategia para la nueva campaña, sólo me pidió que resaltara más las cualidades de nuestro producto. La verdad es que no creo mucho en la calidad de estos productos y me cuesta proponer ideas que los muestren como los mejores del mercado, porque sé que no lo son. Ahora debo rescatar desde los rincones de mi cerebro las capacidades para mentir, aquellas que todo el mundo nos enseñó desde muy pequeños a esconder y nunca utilizar. Otra vez me consumió un gran esfuerzo ser capaz de mentir de una manera que resultara creíble.

Para empeorar más aún las cosas, durante el almuerzo tuve una fuerte discusión con mi novia y nos alejamos enojados sin decirnos palabras de despedida. Ese tipo de hechos te deja una sensación muy mala en el cuerpo y en la mente, algo que te impide concentrarte en lo que haces. Una vez más fue mi orgullo el causante de la discusión, no soy capaz de pedir disculpas, incluso cuando sé que he actuado mal. Realmente deseo la sesión de hipnosis de la tarde, creo que me hará sentir mucho mejor.

Mi sueño de rana de anoche fue más violento y doloroso que los anteriores. Soñé que un animal me atacaba mientras hacía una incursión hacia la orilla del charco y me dejaba una herida muy dolorosa en el muslo trasero izquierdo. Nadé como pude hasta ubicarme en un lugar seguro bajo el agua y salir a respirar sólo cuando era estrictamente necesario. Fueron horas y horas de estar bajo el agua soportando el dolor hasta que se hizo de noche y pude salir a dormir sobre la seguridad de una hoja sobre el agua.

En la mañana desperté aún con una terrible sensación de dolor en mi pierna izquierda, y recordaba cada hora de sufrimiento bajo el agua. El día en el trabajo fue horrible, la compañía de la competencia a la que pensábamos eliminar se nos adelantó y lanzó una campaña mucho más agresiva y directa de lo que a mí se me podría haber ocurrido. Todas las ideas que teníamos ya no sirven de nada, la nueva campaña debe planificarse ahora como una respuesta, como un contraataque a los puntos más débiles de nuestro contrincante.

Las cosas con mi novia también empeoraron, nos hablamos sólo para despedirnos. Me lamento pensando que teníamos planes reales de matrimonio y era la única mujer con la que creía seriamente que podría compartir toda una vida.

Sólo me consuelo pensando que hoy es mi tercera y última sesión de hipnosis, después de la cual debería recuperarme totalmente y abandonar mis sueños de batracio y volver a despertar descansado y preparado para un nuevo día de presiones. Tengo intenciones de llamar a mi novia para intentar reparar las cosas, me va a costar mucho trabajo volver a encontrar una mujer como ella y no estoy dispuesto a dejarla tan fácilmente. Me tragaré mi orgullo, pediré disculpas y abriré mis sentimientos ante ella. Es lo mejor que puedo hacer y creo que será suficiente.

La sesión con el psicólogo fue un éxito y al despertar del efecto de la hipnosis me sentí totalmente relajado y listo para una noche de sueño profundo. Espero cerrar los ojos y despertar mañana como un hombre nuevo, ojalá sin haber soñado en toda la noche.

Anoche soñé que era un ser humano. Fue un sueño terrible, debía trabajar sin descanso por mi supervivencia. Debía ser agresivo e incluso mentir para lograr sobrevivir en esa selva asquerosa. Soñé que una gran compañía me atacaba y yo debía buscar una forma de responder ese ataque en vez de huir y esconderme como cualquier rana en su sano juicio lo haría. Soñé además que tenía una única hembra y que se alejaba de mí, imaginen, yo era el único macho al lado de ella y no podía montarla porque había unos sentimientos extraños que nos lo impedían, alguna clase de instinto de odio primitivo, de los más básicos, que aún mantienen esas criaturas. Creo que le llaman orgullo.

Jota