Mañana te vas
y en mi corazón
solo dejarás
la vaga ilusión,
de un amor verdadero
que nació en medio del silencio
y del terrible aliento
que va a pronunciar un te quiero
como la despedida furtiva,
como el consuelo asesino,
como un eco dilante
que pretende transformarse,
en un recuerdo asfixiante,
que luche para no borrarse...

Mañana te vas,
y dejas en mi alma un beso,
un espiritu errado,
y un corazón preso.
Preso de tu vida y
de tu presencia,
preso desde mañana
de tu maldita ausencia,
Y me dices que todo estará bien,
que pensarás en mi a cada momento
¿para tí es peor qué para mi?
para quién?,
si no podría con el sufrimiento,
la distancia desde hoy se interpondrá
entre mis deseos y tu amor,
mañana, el sol no saldrá
porque mi sentimiento
de luto se cubrirá,
Y, en la noche
las estrellas se perderán,
entre el oscuro firmamento
de una despedida,
de una horrible partida...
Hoy quiero llenarme de ti,
para que cuando te alejes
me quede impregnado en el alma
el perfecto perfume de tu ser.

Mañana te vas
y contigo el anhelo de mi amor,
la dulce melodía de tu voz,
el eterno encanto de tus ojos,
la suave brisa de tus manos,
la tenue caricia de tu esencia.
Pero se queda conmigo
La fortaleza de tu corazón
y el pensamiento de tu aflicción.

Mañana te vas...
Y yo estaré aqui
esperando el momento en que
pueda volver a pensar
en que estás y Mañana te vas...