Soñé que deambulaba en la oscuridad absoluta. No se veía nada. Ni siquiera estaba segura de estar ahí realmente. Era todo tan oscuro que en un momento creí tener los ojos cerrados.
Deambulaba y deambulaba como una sombra buscando una luz para poder seguir siendo sombra.
Era como caminar en un bosque donde no ves nada más que árboles, buscando a lo lejos algún punto donde se encuentre vida, buscando una salida a una verdadera jaula.
Me pasé horas deambulando sin ningún sentido. A veces sentía que andaba en círculos y la pura idea me parecía ilógica.
Era estar en medio de la verdadera nada y ni siquiera saber si estás realmente.
Sin embargo, perdida como estaba, sin ver nada, yo te encontraba a ti. Te podía sentir, te tocaba, te abrazaba. Y entonces comprendí que no había estado andando sin rumbo. Todo ese rato estuve siguiéndote a ti, buscándote y sabiendo, de alguna forma extraña, hacia dónde debía ir.
Tu eras la luz que buscaba para ser tu sombra, para vivir, orgullosa, a tu sombra.
Y así me quedé el resto del tiempo, siendo tu sombra que no aspiraba a nada más que a eso.
Éramos los dos en la nada. Tu iluminándolo todo y yo recibiendo tu brillo, tu luz para sobrevivir.
Éramos los dos en la nada...finalmente, deambulábamos juntos pero no estábamos perdidos y tu luz era cada vez más fuerte para iluminar ese gran espacio de "nada".
Éramos los dos. Tu mi luz, yo tu sombra.
No estábamos perdidos y jamás lo estuvimos.
Simplemente, éramos los dos.
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