Inicio / Cuenteros Locales / gianca / 1.
Atísbase una gran tristeza en el vaho ilegítimo de mis ojos,
paupérrimos muestrarios de mi miseria.
Este brazo,
rehusase entonces a ser el brazo de alguien, y se extiende
entendiéndose en el viento,
que son alas inconclusas de una vida a tientas.
Frenético rictus, rictus tétrico y
espeluznante. Onda, onda, onda,
mi vida es una onda ineluctable,
una onda de combadura pronunciada
en la más absoluta miseria. Que ni hasta eso alcanza.
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Texto agregado el 04-11-2006, y leído por 122
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