Su herramienta oxidada
y su amada soberbia paternal,
yacen anexos en mi semblante.
Su último regaño en el chirriar
del féretro clavado,
está a modo de una cruz roída
en mis tímpanos matinales.
Y sus aldeanos brazos de Dios
parecen surcar mi hambre,
y gritarme sin desdén:
¡Trabaja, trabaja!
…mi padre proletario.

Mi padre con su ronco yaraví
danzaba desnudo en la colina,
cargando sus dos quenas en el alma,
parecía un fantasma jubiloso, prófugo del cielo.
Y a veces, su aguda nostalgia en sus zapatos
variaba sus días en esta metafísica creación.


Con su célebre alcohol económico
decretaba alegremente su política
en los trigales, en los rebaños,
en las chacras, y en los riachuelos.
(cosa tan extravagante)
…Liturgia campesina.

Una tarde parda en la vega,
mientras este infante pastor
auscultaba el rebaño:
Ahí pues, en la colina,
mi padre angustiado
coreando un yaraví
con el heraldo negro
que nos manda la muerte.