Otro más de hace dos años atrás. Leánme y critiquenme por mientras me animo a escribir hoy.

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Leía correos antiguos y se me apretaba el pecho. En mi winamp sonaban canciones a la moda y el msn estaba abierto. Leía correos antiguos y se me apretaba el pecho, los mails me decían a gritos que me parara de ahí y besara a la vida en la boca, mas nunca me paré. Hoy me arrepiento y se me apreta el corazón cuando leo lo que pudo ser un principio de un futuro feliz, inexistente, por cierto.
Hoy, sentado, al igual que ayer. Sentí ganas de ponerme unos lentes oscuros, bajar de mi apartamento, ocupar el ascensor con un aire de melancolía, salir del edificio, apoyarme en mi auto, sacar un cigarro y el zippo, que está en mi bolsillo izquierdo, prender un cigarro con un close-up del encendedor quemando el tabaco. Subirme al auto y cruzar la cuidad de noche, mientras luces y personas pasan fulminantes por las ventanas de mi auto. Llegar a un paisaje bello, sentarme en el portamaletas y tirarme de espaldas en el parabrisas a recordar un pasado que no fue. A olvidar los besos que no existieron, a dejar el sabor que no tuve. Claro que me gustaría hacer todo eso, pero eso solo pasa en Hollywood. Yo, en mi casa igual a tantas otras, con un pc no muy distinto a la media, y en shorts, a pie pelado, solo puedo ponerme a escribir.
Todo esto pasa y los momentos quedan resumidos en unas paginas de un blog, pero seguramente, en algunos meses, volveré a leer aquellos mails que penan, mi pecho se volverá apretar y volveré a sentir ganas de salir corriendo, llorar mientras corro, correr tan rapido como mis pies me lo permitan y encontrar el futuro que alguna vez perdí, por el solo hecho de no dar el ultimo paso, de quedarme parado esperando que alguien me empujara. De ser un puto timido bañado de soberbia.