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Antártida
Con vientos de 200 kilometros por hora la Antártida es prolífica en ciencia, en ficciones y en ciencia-ficción.
En busca de más explicaciones golpeé en la puerta de la casa de los alemanes, aunque no tenía muy claro que les preguntaría. Atendió la Señora Schultz que me reconoció e hizo entrar. El Señor Schultz, había muerto hace ya varios años, lo habían enterrado en territorio alemán, no pude contener, ni mi sorpresa, ni mi lengua.
-¿dónde? pregunté
en Neu Schwabeland – respondió, con una sonrisa de complicidad.
Buenos Aires, 24 Diciembre 1965, el sol golpea con violencia las calles de la Capital, el asfalto tiende a derretirse y al hundir los zapatos, se siente la satisfacción de dejar un sello sobre la superficie del mundo.
El alemán Schultz, nos invitó a pasar la noche vieja en su casa que queda enfrente de donde vivimos, al principio nos sorprendió porque los Schultz era gente muy privada, sabíamos que después de la guerra europea huían de algo. Sólo gente que huye termina por aquí.
A las 10 de la noche cruzamos la calle, frente a la puerta de la casa alemana, los cinco pretendimos sacudirnos el desorden y mi padre apretó el botón del timbre. La Señora y el Señor Schultz abrieron la puerta. Espíe a mis padres sabiendo que les vería enrojecer porque siempre que entraban a una casa de desconocidos lo hacen.
Las primeras notas del Evangelio según San Mateos de Bach fueron tocadas en un piano de cola…
nos quedamos en semipenumbras mientras brindábamos escuche la voz del Señor Schultz mezclando alemán y castellano, - alcemos nuestras copas por Neu Schwabeland!.
Ésta fue la primera vez que escuche Neu Schwabeland, inventé una rima que cantaba cuando tenía miedo, creía que éstas palabras conjurarían todos los peligros, después de todo venía de un alemán que escuchaba a Bach y sabía tocar el piano, con el tiempo la magia se evaporó
30 años más tarde leyendo sobre la Antártida, me entero que Schwabeland fue un barco alemán, capitaneado por Alfred Ritscher que en 1938 realizó una expedición a la Antártida, regresando un año más tarde a Hamburgo.
El capitán Ritscher, dijo: "Es la primera vez que aviones alemanes volaban sobre el Continente Antártico, en condiciones por demás difíciles amerizaron en las heladas costas polares para izar el pabellón indicativo de la soberanía alemana. Los aviones arrojaban cada 25 kilómetros, pilotes con la bandera del Reich, como también se marcaban los puntos extremos de cada vuelo. Se ha descubierto una región de 600.000 kilómetros cuadrados de los cuales, 350.000 han sido fotografiados en tal forma que es posible confeccionar un mapa perfecto de la zona descubierta" hablo de unas cordilleras de 4000 metros de altura. Todo ese territorio quedo bautizado como Neu Schwabeland.
Cinco meses después se inicia en Europa la guerra más cruel y violenta que la humanidad haya imaginado. Estaban los nazis buscando establecer bases en el sur o colonizar la Antártida?.
Conversamos de todo lo ocurrido desde la última vez que los ví, antes de mudarnos.
Saliendo de la casa, cerre la puerta detrás de mí, desde entonces las lágrimas de la Señora Schultz me acompañan recordandome que jamás entendere la diferencia entre la salud mental y la locura.
Mario Flecha
Barcelona 2006 |
Texto agregado el 03-11-2006, y leído por 728
visitantes. (7 votos)
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Lectores Opinan |
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21-11-2010 |
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me gustan esos giros narrativos, ese ir al pasado y regresar bruscamente. yo tampoco querré entender nunca la diferencia entre cordura y locura. saludos quilapan |
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29-01-2008 |
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Mis***** Muy buen relato con algo de mágico y misterioso como esas lejanas tierras heladas. flop |
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22-12-2007 |
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Yo personalmente, manes, no tengo (ni tendría) satisfacción alguna por dejar huella en este mundo, pero bueno, ya está, qué le vamos a hacer... Es la vida... Tu relato me pareció interesante, vívido, lleno de imágenes, directo, casi sin metáforas, como un corto de esos antiguos en blanco y negro, entre Buenos Aires y Neu Schwabeland; entre la cordura y la locura; a fin de cuentas, entre la vida y la muerte... Bien riverdelpuerto |
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05-05-2007 |
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es interesante urulandes |
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26-04-2007 |
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****Mercedes mechitagarcia |
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26-03-2007 |
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Interesante. evangeline |
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07-03-2007 |
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muy bueno y gracias por lrenovar la información tecclas |
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04-03-2007 |
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Que te puedo decir?... Ma has hecho recordar viejas historias contadas por mi padre, sus libros, su carro viejo, su pipa que se perdia en su grueso bigote. A mis dos hermanas y mi hermano queahora viajan por el mundo tan lejos de mi. Mi familia. Nunca hago esto pero yo te doy cinco estrellas por tu estilo, por el misterio que envuelven tus relatos, por la idea tan propia que tienes de la vieja Europa.
Tines escrito algun libro? Si no lo tienes,sientate a escribirlo y cuentanos un relato del mar. piara |
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27-01-2007 |
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Interesante relato en las postrimerías de la segunda guerra mundial, y con una estilo que invita a la lectura churruka |
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