Los ojos de un ciego
apuntan lo eterno
Hay fuego en sus almas
Noches enteras de pujas, muertes…

Tengo que verme en el cristal de la noche
Cerrarme a la vida
Entrar en la muerte de espaldas
Y verme, frente a frente
con ojos de ciego...

Todo se puede
Uno dice y no se hace
Todos hacen de vivos
Nadie encuentra una salida
en jaulas de aire y de formas

Este silencio
En noches más negras que nunca
Encuentra las manos
de la madre de todas las noches...

Ya cantan los grillos
Los perros se rascan
Las luces se agotan
La noche santa se vuelve
Es hora de irme del todo
Escribirme en un sueño
y sentir que vivo muriendo...



San isidro, noviembre del 2006