Una mañana fría con rencores puros
me alejaba del lugar que tu tanto
me empujabas a costa de tus logros
y sabiendo el fracaso de tu complemento.
Recorres tus triunfos mal ganados,
hablas de más con una inseguridad
bastante engañosa a pesar de los malos
dolores que alimentaste y provocaste el
rompimiento de una amistad.
Una noche calurosa llevabas puesto
el sentimiento que te marchitaba,
pidiendo clemencia para tus besos
cansados llenos de neblina.
Recorres tus triunfos mal ganados,
hablas de más con una inseguridad
bastante engañosa a pesar de los malos
dolores que alimentaste y provocaste el
rompimiento de una amistad.
Jamás volverá a suceder
Jamás volveré a encender.
La pasión que nos llevo hasta lo imaginable
y desde aquellos días fue aceptable.
Hablas con tanta debilidad
que corres por lugares angostos,
desaprovechaste las ideas que brillaron
alrededor de una amistad.
Jamás volverá a suceder
Jamás volveré a encender.
La vida como aquel momento que te lo mostré.
Texto agregado el 03-11-2006, y leído por 184
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