Pareciera que el aire de primavera viene cargado de hormonas, vaya a saber por qué, pero es increíble como con los primeros calorcitos todo se alborota.
Ayer mi hijo “grande” recibió su 1º propuesta matrimonial, de una niña llamada Pipi, compañerita del colegio. Pipi a quien no conozco, le dijo que cuando fueran grandes “ella se IBA a casar con él”, nada de “me gustaría… o sería agradable”…no, IBA a HACERLO.
Al menos tuvo el decoro de pronunciar la frase “cuando sea grande…”, cosa que me dejó más tranquila y me dio un respirito. Que tan grande, vaya a saber… con el acelere que traen las nuevas generaciones…por lo menos antes de los 14 años, si no cambia la ley, necesita firmado mi permiso y el de su padre, eso también me tranquilizó un poquito.
Ante la importancia de tal declaración a los 5 años, me aventuré a indagar un poco más sobre mi futura nuera:
- Pipi es buena amiga?
- Si.
- Y es linda, te gusta?
- Si.
- Y Pipi...cómo se llama???
- Se llama Pipi.
- Sí… le dicen Pipi, pero se debe llamar de otra forma, ¿se llama Pilar, o Paola?
- No, se llama Pipi.
Escueto y terminante…
Bueno, la cosa que casi tengo nuera, Pilar, Paola, Paula vaya uno a saber… Por ahora Pipi se llama Pipi y punto.
Lo curioso es que su 1º gran amor fue a los 3 años y era una tal “Pili”. Pili sí se llamaba Pilar y era una niñita preciosa, el amor era mutuo, pero a los 3 no hablaban aún de casamientos. Luego se dejaron de ver pero es increíble como persiste en su memoria esta niña Pili, su 1º gran amor. Ahora, luego de 2 años capaz que Pipi logra borrar a Pili, que lío!!! pipipipip
Igual que las modas que se van y luego se repiten, los acuerdos prematrimoniales parece que están volviendo al tapete.
Antes eran los padres quienes elegían las parejas de sus hijos, ahora ya se eligen entre ellos y se “prometen “ para el futuro. No cabe duda que es más democrático de todas formas, aunque asuste un poquito.
Por suerte nosotros fuimos de las generaciones del medio, que ni nos prometieron, ni nos prometimos hasta ser bastante grandecitos ya.
Los tiempos cambian, de eso no hay duda, las etapas se queman ahora de forma diferente y mucho más rápido.
El 1º beso se da en la escuela o en el jardín la mayoría de las veces.
Sólo espero que mis hijos no quemen las etapas demasiado rápido, y que mi rol de abuela no sea tal, hasta que ellos estén preparados para desempeñar el de papás.
Y me siento en la franja del “adulto mayor” hablando así… todo culpa de esta primavera de hormonas. Lo que me asusta bastante es la idea de seguir criando hijos, nueras y nietos, A LA VEZ y TODOS JUNTOS.
S.O.S.