Llegué a la conclusión que estaba ahí de adorno ó que quizás era un mal momento para entrar a al cocina y prepararme una taza de café, ya de nada servirá cerrar mi puerta por unas cuantas horas y así pretender que no escucho los gritos, hasta quedarme dormida.
Pero de nada me sirvió, los gritos eran cada vez mas fuertes de lo normal, se escuchaban tan cerca, mis respiración cambió de inmediato cuando escuché pasos subiendo las escaleras y avensinarse a la puerta de mi habitación. Mil veces pensé que podría verlo, pero mi vista sólo se hizo cada vez más obscura y llegó un momento en que simplemente ya no podía ver nada, solo escuchaba una voz que me decía que me recostara y durmiera, que ya era muy tarde, que ya era casi de madrugada.
Han pasado años desde ese momento y hasta ahora no entiendo como es que de un momento a otro perdí las vista, y me disgusta mucho, aunque yo…Yo veo el mundo, a mi manera, con mis colores, mis formas, yo veo el mundo con otros ojos. Todo se trata de ser fuerte, yo puedo ver luz cuando hay oscuridad.
Debo admitir que no poder ver no es fácil, pero te enseña más de la vida, te enseña a sentir cosas que uno no siente, y uno a veces duda en seguir viviendo pero es que simplemente decides hacerlo, decides no darte por vencido, seguir adelante, aprender a seguir.
Y estoy aquí, porque hace unos 20 minutos, me dijeron que en unas cuantas horas pasaré a una mejor vida. Y decidí que mi historia debía ser contada, de la forma correcta, con un poco de imaginación, y un poco-bastante de dolor, y que mejor que por unas cuantas horas volver a mirar por la ventana de la derecha empezar a recordar el pasado.
Todo empezó cuando tenía 12 años, cuando aún no había perdido la vista…
-Srta. Ferraro, vuelva a tierra por favor.
-Sí, profesor.
-Ahora si puede pasar adelante y dar su exposición.
-Bueno, vera…En realidad mi tema no esta listo, toma mucho tiempo…
-¿Hablar sobre como ve usted el arte, toma mucho tiempo? Es su peor excusa hasta ahora-dijo el profesor-Le daré tiempo extra, si no esta para el lunes, estará jalada en este curso. Me parece muy extraño ya que para el arte usted es muy hábil, sabe pintar de una forma muy peculiar y sus esculturas son muy especificas, me extraña que este reprobando en este curso…Yo que usted dejaría de pensar en el Sr. Stefano y me bajaría de esas nubes de una vez por todas.-cotinuó el profesor-De las tantas cosas que ha aprendido de la vida, esa es una de esas.
-Sí, creo que tiene razón pero de todos modos, no tiene derecho a meterse en mi vida personal y menos enfrente de todos mis compañeros, no sabe la vergüenza que me puede estar dando ahora…Muchas gracias-Contesté
Tengo que decir con sinceridad que hubiera continuado si es que el timbre no hubiera sonado y Stefano no hubiera aparecido por la ventana de la puerta de la clase…Me saludó tan cálidamente como cuando lo conocí por primera vez. Y por fin estuvimos juntos, de todos modos el era perfecto, por así decirlo. Pasábamos casi todo el tiempo juntos, éramos mejores amigos, y con el tiempo nos volvimos mas que eso…Y valió la pena…
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