Necesitaba con un ansia jamás sentida, ir corriendo a tu ventana y decírtelo todo.la necesidad era gigantesca, crecía en mí de manera sobrehumana, anteponiéndose a cualquier otra cosa que realmente fuese más importante.
Quería salir corriendo hasta tu ventana para acercarme y decirte todas las cosas que en el fondo sabía que era mejor no decirte y por eso no pude decirlas.
Quería gritarte y que te dieras cuenta de la circunstancia que tanto nos afectaba, decirte lo vacío y lo profundo del abismo que no encuentra salida por ninguna parte, porque realmente no la hubo nunca.
De donde no hay no se puede sacar, pero eso yo aun no lo entendía.Sólo quería que supieras lo importante de tu existencia en mi insignificante vida, que para ti no significaba nada, pues tu te ahogabas en una miseria que yo desconocía, y que era peor incluso que la que yo hubiese querido compartir contigo, aun sabiendo que era imposible.
La sustancia puede cambiar de manera tan rápida que uno no se da cuenta, hasta que ya es demasiado tarde para hacer nada, y cuando ya es tarde nos volvemos locos pensando que podríamos haber hecho.¿Por qué no lo hicimos?
Lo hicimos más tarde,mucho después, y era tan tarde y a la vez tan repentino que aún hoy podemos sentirnos miserables enemigos, en el fondo de nuestra alma.
El alma que nunca perece, que se queda con nosotros pase lo que pase, que se puede sentir y se le puede llorar algunos ratos, cuando uno tiene tiempo para no pensar en nada que valga la pena.
¿De dónde nace el miedo a todo lo que nos rodea?¿Por qué sentimos miedo? el miedo nos hace sentir tan vivos, que preferiríamos estar muertos para no sentirlo. El miedo nos controla,nos paraliza, nos hace vulnerables, como una hierba seca y marchita a la que nadie ve ni sabe de su existencia, porque tampoco le interesa.
Acaso si nos interesara algo más que no fueramos nosotros mismos, las cosas serían de una manera tan distinta, que nuestro mundo ya no sería nuestro, sería de otros, de otros que lo traten mejor y que realmente le amen, y le comprendan.
Si hubiese tenido el valor de hablarte en tantos momentos que quise hacerlo, ahora mi vida no sería del todo mía, también sería tuya.
Si no hubiese callado tanto tiempo,el abismo que nos acerca no sería tan claro.Pero nuestra vida quizá hubiera sido mucho peor si yo, me hubiese acercado a tu ventana. |