Un rato permanezco sobre la cama, esperando que se aclare la mañana.
Acariciando desde mi postura el aire frío, que me envuelve desnudo.
Me asomo por la ventana, apenas en el marino una estrella de la mañana.
Que me despierta este día… que me enciende alguna alegría…
Amanecer ausente que mi mundo aun no comprende, alegrando vidas,
que sin querer poco a poco enloqueces.
Y vuelvo a recostarme en tu olor y en el pecho tus besos me mantienen distante.
Bajo la fresca ausencia amanezco… recordando su nombre.
Texto agregado el 31-01-2004, y leído por 173
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Lectores Opinan
02-01-2007
hay dias en que amanece.. y no dejams de soñar nunca trotamundos
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