SONATA EN SÍ Y MINUETO EN MÍ
Hay alguien que se llama como te llamas tú,
se despide en mis noches, y vuelve con la luz,
mas, su ritmo es sonata para el paso del muerto,
y el tuyo es la alegría de Mozart en minueto;
y sus espacios mustios que emulan verdaderos
sólo son como el agua del inclemente invierno:
son cada vez más largos y al rato más silentes
mientras que tus espacios son siempre consecuentes
y jamás te despides, te quedas en mis días
cual Mozart en minueto, me llenas de alegría.
Hay alguien que igualmente como tú ser se llama
que se atreve a decirme lo sublime que me ama,
mas. su frase trillada se guinda en mi ropero
cuando mi blusa usada no cuelgo y cae al suelo,
y mis senos desnudos desacatan las reglas
y tu palabra suda porque es la verdadera,
no hay fonema, no hay cuentos, pero hay mucho calor,
hay música de allegro… en la tierra y el sol
y en una eterna fuga como Bach en su Gloria,
no hay jácara alejada… hacemos nuestra historia.
Hay alguien en mi celda que como tú me nombra
y si respondo triste o alegre no se asombra,
se acostumbró a mi risa, se acostumbró a mi llanto,
no importan mis motivos si digo amarlo tanto,
pero olvidó avisarme que el sepulcro esperaba
y la mortaja blanca no estaba preparada;
y tuvo que vestirse de apamate en otoño
que por ser simulacro, nunca tendrá un retoño;
pues la sonata aún suena con Beethoven ausente
cuando el amor se escucha, pero solo es sainete.
Hay alguien que me nombra como me nombras tú
pero sus nubes grises no se visten de azul,
él existe en la urgencia, tú existes en mi calma,
él ignora mis sueños, tú disfrutas mis ansias,
él confunde mi gesto cuando le pido un beso,
tú descifras mi elipsis y me besas de nuevo,
él comparte momentos y se escurre y se pierde,
me esquiva sin saber… que así comienzo a verte,
se marcha en la creencia que sola me ha dejado,
y me río en tus brazos, eres mi hombre soñado.
Mila
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