No sé el porqué de muchas cosas, de las coincidencias y las razones, pero ahora no entiendo de tales, porque cuando más quiere uno explicarse es cuando sobran las razones, pero faltan las palabras. Te sé de sobra lejana, y no dejo de esperarte, por más y aún respetando que estés con alguien más, lo sabes.
Esto es algo así como una declaratoria de un asunto pendiente que sabes ya te corresponde por completo, sin matices ni disfraces. No necesito explicar gran cosa, sólo que sepas que aún y con todo, estoy dispuesto, como casi siempre a seguir extendiendo una mano y abriendo una puerta, aún si antes la he cerrado yo.
No sé que te hayan escrito antes de mí otros aquellos, ni lo que tengas a mano para comparar con estas letras escondidas y remojadas de falta de olvido, pero sabes no es esto lo primero ni único que te dediquen estos dedos necios por alcanzarte, aún a sabiendas de que no pueda nunca ser, así de necio y obstinado puedo ser cuando me lo propongo, y esto va más allá de sólo proponer.
Que estás con alguien más... lo sé, mas no me importa un carajo, con todo el respeto que ambos nos habremos de merecer, que ha pasado mucho tiempo y hay grandes diferencias... También lo tengo en mente no te creas, pero eso puede incluso desaparecer, si ambos nos lo proponemos.
Te invito a no olvidar todo esto, a que cuando te hayan desilusionado uno o más de esta especie, abras este escrito y veas que lo que dice, tiene vigencia por un tiempo por ahora indefinido. Porque las cosas que se dan de corazón no aplican restricciones ni tienen fecha de caducidad, pero las personas, sí. Nunca permitas que alguien te haga llorar, el que te haga sufrir que se vaya a tomar por culo (eso no es un hombre), que aquí hay alguien que sólo espera la ocasión para demostrar con hechos, lo que no alcanzan a decir ahora las palabras. Te las debía. |