Cada día, tarde y noche desde hace muchos años, he vivido conteniendo el dolor de otros, la amargura de otros, la depresión de otros, el desamor de otros, los insomnios de otros, los dolores infantiles de otros, los traumas de otros, los duelos no resueltos de otros, las adicciones de otros, los problemas de parejas de otros, las ansiedades de otros... tratando de entregar (como si fuera la primera vez) un espacio de escucha que los ayude a rearmar sus vidas. Quizás sin palabras elocuentes, quizás sin frases celebres, quizás sin escenarios espectaculares... solo ellos y yo, frente a frente, unidos en las palabras y en los silencios... unidos en confianzas sin limites, unidos en lágrimas de desbordes de emociones incontrolables...
Y siempre, al cerrar la puerta tras ellos viene una frase a mi mente, a mis oídos, a mi alma... "¿quien contiene mi dolor?"...
Y me doy cuenta como mi amiga razón me da una respuesta automática... "Tú eres fuerte, tú eres valiente, tú estás ahí para ellos... y lo haces bien"
Hasta hace algún tiempo me valía de ello, creía cada una de esas palabras que resonaban en mi interior, pero ahora... luego de mil batallas me doy cuenta que necesito gritar al viento la verdad... "TE EXTRAÑO Y NO ME PERDONO HABERTE PERDIDO"