¡Escúchate a ti mismo!
entre el sordo murmullo de lo externo y vacío...
oye el bello lenguaje de tu sagrado espíritu,
a veces, ignorado.
Bucea, caprichoso, por el mar de tu alma ,
y hallaras mil tesoros
aquellos más profundos, desnudos, olvidados
por el hombre, a menudo.
Descubre tu riqueza, desde ese fuero interno
que es luz entre la niebla.
Es la incógnita fuerza que te eleva y empuja
cuando el cuerpo se frena...
valora cada instante de tu valiosa vida, y el aire
que a respirar te invita.
Conquista el paraíso de tu divina esencia...
disfruta el recorrido...
dirige la mirada hacia el bello camino
que conduce al alma...
Y en ella, aposentado, reflexiona, pregunta,
¿de qué voy disfrazado?
¿Soy yo mismo? ¿o un plagio del exterior entorno,
enmascarado, falso,
retratado en orgullo, anegado en soberbia,
salpicado en mentira y entre crueldad oculto
que, al pozo ruin aboca, la humanidad entera
sumida en la derrota...?
¡Amigo! ¡Reflexiona! Aférrate al coral de tu conciencia
y emerge jubiloso hacia la aurora.
Y te hallarás, distinto, entre ese mundo extraño, superficial, vacío...
¡Regala tu riqueza! Entrégala con gozo ante tanta vileza.
¡Ama desde el amor! ¡Desde la paz y el perdón!
¡Desde tu luz interior!
|