...Lo asalto la duda, y le robo la fe;
luego se dejo llevar en silencio por el desesperante desconsuelo que produce la vil “incertidumbre."
La incertidumbre y el desaliento de no estar completamente seguro de lo que se quiere...y se espera.
Lo amenazo el “incierto desgano” de un acontecimiento nefasto al verse sin ella,
de visualizarse solo, de no volver a tener la oportunidad de besarla una ves mas.
Se sintió abandonado, sin mundo, sin suelo, sin esperanza...
fue entonces cuando miro con tristeza las manos vacías... camino lentamente, rompiendo al andar la estática desventura de su incertidumbre.

El cielo, contrario a su momento, era feliz, alegre como solo el sabe estar, ajeno al dolor que sienten los que consideran que en el alma, “llevan una espina de amor.”
Todos, (y hablo de los demás) no miraron el corazón del Atribulado y ni siquiera percibieron su desanimo;
solo el tumulto de sentimientos intrínsicos fueron los espectadores del "show" emocional, de un alma
que camina sin saber a donde ir...
asaltada por la duda que le robo la fe...
que le robo la seguridad,
la certeza de volver a encontrarse con el amor...y que le dejo un corazón atribulado.


>>> Ser, seres humanos, es algo a veces insoportable, pero maravilloso, tanto es, -que cuando nos tomamos el tiempo de meditar en todos los sentimientos que transitan en la autopista del corazón, podríamos comenzar a entender por que el mundo es como es... y entonces, valoraríamos lo importante que es tener un corazón que aun palpita-.”