Serenidad es dejarme abandonar
entre tus brazos amorosos,
que me acunan como a un bebé
y logran que no sueñe mis pesadillas...
Que mi vida transcurra plácidamente,
como la noche sucede al día,
el verano a la primavera,
la saciedad a la necesidad...
Así, poco a poco,
vamos armando nuestra vida,
levantando cimientos y paredes,
abriendo puertas y poniendo pisos...
Así transcurren nuestras edades,
nuestros tiempos de espera,
nuestros preparativos cambiantes,
la espera necesaria....
Ya sólo faltan días, mi amor,
ya se cumplirán nuestros deseos,
ya veremos hechos realidad los sueños,
mientras tanto... reposemos en silencio,
serenamente... confiadamente...
Llegará el día del desenfreno,
de los excesos, de conocernos,
será el tiempo de la carne,
aunque también... nuestra mente,
estará presta a serenarnos...
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