Una palabra ahogada, un suspiro retenido, la alianza entre el corazón y el mundo se ha dividido...

Unas veces lo intentamos, otras veces lo hemos leído, cuando el amor se nos escapa raudo como un silbido...

Nuestra conciencia nos empuja, nos obliga, nos acecha, nos atormenta, en otras nos castiga...

Recordándonos lo imperfectos que somos, lo minúsculos sin derecho, sabiendo que así somos, perversa conciencia, lo haces siempre, diga lo que diga...

Situación incolora e insabora, esa del corazón partío, no por una falta de amor, mas bien por un exceso del mío...

Una por que es la inspiración de mi vida, otra por que es la perfección, una por que sabe estremecerme otra por que sabe enloquecerme...

En ambos casos pierdo, en ambos casos gano, pero la decisión fácil no es, cuando al alejarme, un alma reviento y el llanto presiento...no lo puedo soportar

Prefiero reventar la mía, pero no una ajena, aunque en esa misma viva y amanezca, prefiero reventar la mía aunque en ese hecho perezca...