Descubrí en la pureza de tu mirada,
el dolor de tu alma...
encontré en la ternura de tu voz
la paz que necesitaba...
Hallaste en mis brazos
el refugio que anhelabas,
te arriesgaste hacia mi
y llegaste donde mis secretos...
Me abriste con una sonrisa las puertas
de tu vida, y en el día a día contigo,
crece en mi la esperanza.
Me dejaste secar tus lágrimas con mis besos
y tus manos se aferraron a las mias
buscando protección...
Cerre tus heridas con mis ilusiones...
Calmaste mis penas susurrandome al oído
la promesa de tu amor...
Ambos nos encontramos,
ambos nos descubrimos,
ambos nos entregamos,
y aquí juntos caminamos,
intentando recuperar lo que otros nos robaron.
Texto agregado el 31-10-2006, y leído por 113
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