Lo recuerdo bien, ese día fue un de los mejores en mi vida, yo sentía como todos los años que habían pasado estudiando libros de pediatría, incluyendo el manual de "Merck" habían dado resultado, por fin yo había logrado pasar con honores esta difícil profesión y creo que todo salió bien.
Salí a celebrar con mis amigas nuestro gran triunfo,
fuimos al antro más conocido de esos tiempos y bailamos, platicamos, en fin la pasamos muy bien.
Esa noche cuando regrese de mi gran fiesta, una señora llamó diciéndome: " Por favor doctora venga ya tengo una emergencia".
No espere ni un momento, le pedí la dirección pero al momento que ella me la dio sentí un escalofrío, no sé por que pero algo me decía: " no vallas".
No hice caso a mis presentimientos, era una experiencia especial, mi primer paciente real, me apresure a arreglarme y me fui.
Al llegar al extraño vecindario busqué el número de la casa y me dirigí hacia allá, al entrar vi a una niñita con una enorme bola en la espalda, diagnostique inmediatamente que era un tumor y que estaba muy avanzado, pero había una esperanza teníamos que extrirparlo de su pequeña espalda.
Le dije la terrible noticia a la inconsolable madre, al día siguiente iba a ser la gran operación.
Después de hablar con Lili: Mi pacientita, me retire de la casa esperando que todo saliera bien.
Era hora de la operación y Lili se soltó a llorar diciendo "no quiero morir" yo la consolé asegurándole que nada malo iba a pasar.
Mandamos a hacer análisis y todo decía que era un tumor benigno así que entramos a cirugía y empezamos a abrir el cuerpesito, en ese momento me aterrorice no era un tumor, era cáncer. Cortamos tratando de no dejar ningún residuo de alguna célula mala y suturamos.
Después de que Lili despertó le dije :"Todo va a estar muy bien no te preocupes nena". Ella me sonrío débilmente y volvio a dormir pacificamente.
Después de meses de quimioterapia la llame a revisión y gracias a dios todo estaba bien, ella ya no tenia cáncer, podía vivir.
Esa es una de las experiencias más felices que he tenido y creo que siempre voy a recordar a la pequeña, Lili mi primer paciente.
Ale Prieto. © |