Padre Tan nuestro que bajas al barro,
Santificando las manos del obrero.
Olvidado por aquí esta tu reino.
Se cambia voluntad por pocos pesos
Picando leña o empuñando el remo.
Cuan esquivo se les hace
el pan tuyo de cada día!
Perdona nuestra ofensa
De olvidarnos de la pobreza
De olvidarnos de ser hermano
Antes que ser patrón.
No nos dejes caer en la tentación
De creernos tan distintos
Viviendo en el mismo mundo
Nacido de tu creación.
Padre nuestro que estas en los cielos
Y en los ojos del que esta junto a mí.
Texto agregado el 31-10-2006, y leído por 120
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Lectores Opinan
24-09-2010
una verdad realista,al Padre le agrada la verdad,goza en la verdad...me encanto. mapata