Esa es la no cuestión…o pasa a ser cuestión solamente cuando vale la pena el cambio.
Si por pararme al lado de una modelo quedo delgada y alta, hey!!! a mimetizarnos entonces.
Pero en lo que respecta a los estados anímicos, cuánto nos transforman los problemas que absorbemos a diario. En el trabajo, en casa y con los amigos.
Cuánto más felices seríamos si todos apostáramos a mimetizarnos con el que lleva la mejor onda, el que anda radiante por la vida con una sonrisa de oreja a oreja. Eso sí, tendremos que cambiar casi a diario el destino de nuestra mirada hacia personas o situaciones. Porque tampoco existe la gente "siempre" feliz, y la que está siempre así… más que confianza me provoca un poco de hipocresía o incredibilidad.
Aunque también soy consciente que hay gente que siempre pone su mejor cara, no importa los chaparrones que caigan del techo de su vida, esas personas son las admirables.

En lo personal, casi siempre me mimetizo con el mundo…o más bien con la gente que me importa en este mundo.
Así que amigos… pongan su mejor cara, que me parece que gente de las que se contagian (para bien o para mal) como yo, está el mundo más que lleno.
Una sonrisa para tí.