Gris, absolutamente todo gris. La ciudad, el cielo, la gente y mis pantalones.
Aparentemente era un día normal, sin mas sobresaltos que algún chiste en la oficina, o la expectativa de que ocurriera algún accidente en el transito, que de alguna manera era gracioso desde allí arriba, en el colectivo.
En el espacio de unas 3 cuadras que separan la terminal del autobús y la puerta de mi oficina,en el cual transitaba demasiada gente, un tipo, muy alto se acerca a mi y me pregunta la hora, de casualidad, ya que no soy simpatizante de llevar puesto algún reloj, en ese momento lo tenia y se la dije: las 23:33 hs. Este personaje de circo, aunque no puedo criticarlo demasiado porque actualmente, mido un metro noventiocho centímetros, corrió en dirección norte a toda velocidad.
No preste atención a lo sucedido, hasta dos cuadras después, donde vi a ese individuo, alto tendido en la acera, con un tiro en la frente. Y así como un tiro se agolparon las personas del lugar a observar lo sucedido, y entre ellas me percate de que se hallaba en el montón, como queriéndose escapar una rubia hermosa de la cual me llamo mucho la atención, su mirada. A la mañana siguiente, arribando a mi hermoso departamento en el microcentro de la ciudad, me puse a pensar en lo sucedido, de tal forma que eso interrumpió de manera abrupta mi sueño. Al "flaco" como le digo yo, no lo corría nadie, debido a que nadie después de que el pasara delante mío paso a su velocidad, que de por cierto era increíble, como si corriera a su muerte...
Al no poder conciliar el sueño salí de paseo por lo cafés de la gran ciudad, hasta que de pronto como un artilugio apareció ella, que a pesar del color gris intenso de la ciudad, del malestar de la gente, un ambiente pesado y denso y algo que no puedo explicar, pero que olía mal, alegro ese instante de mi monótona vida. La invite a tomar algo, como todo buen caballero debe hacer, y comencé a realizarle algunas preguntas, como su edad, porque escapaba del lugar del crimen, mientras pasaba un loco, o al menos así lo considero desde mi punto de vista, gritando " LA HISTORIA SE REPITE, LA HISTORIA SE REPITE". Este hecho llamo la atención de todos menos la mía, y seguía adelante con mis preguntas, mientras ella solo reía, como un falso ademan de querer entender y no comprender nada.
En un momento se levanto, sin decir una palabra, y se fue, dejándome solo, con todas esas preguntas sin contestar y con esa mirada que jamas olvidare por el resto de mis días.
Me desperté a la noche que según mi reloj eran las 21:10, con una extraña sensación de amargura, los días grises sin lluvia nunca me agradaron, mas no puedo decidir el tiempo, al menos por ahora.
Al bajar del ascensor me aguardaba una visita inesperada, la rubia, si la rubia y esta vez parecía que quería decirme algo y tal vez así podría descifrar si era muda o no. Me miró fijo y me dijo muy dulcemente:
-te espero en 3 días a las 23:30 en la esquina del café de Murphy, si te importo, tendrás que llegar puntualmente porque no me banco la impuntualidad.
Esos 3 días fueron interminables y me percate de una cosa, el café de Murphy había sido testigo directo del asesinato debido a que eso se produjo a escasos metros de allí.
La policía de la ciudad busco incesantemente al o los asesinos del "flaco", mas no obtuvieron resultado alguno.
Por fin llego el tan ansiado día del encuentro.
Caminando muy tranquilamente por el centro, bajo un cielo gris, y como siempre sin reloj, pregunte la hora a un personaje que pasaba y se parecía mucho a mi, por lo alto. Las 23:33, no lo podía creer, porque aun faltaban 8 cuadras a las cuales corrí con todas mis fuerzas ante las curiosas miradas de la chusma. Agitado y sin aliento llegue al lugar, que misteriosamente no había un alma, a no ser por ella.
Estaba furiosa totalmente fuera de sus casillas y con un arma en la espalda. Me miro detenidamente durante unos 2 minutos aproximadamente, hizo medio giro, camino 3 o 4 pasos giro y disparo en mi cabeza. Lo ultimo que recuerdo es un tipo muy alto de pantalón gris, mirándome fijo. |