MORFEO PLATEADO

Estaba caminado por el parque de Chapultepec buscando un lugar cómodo para sentarme a escribir un cuento…caminé largo rato admirando las bellezas que allí se encontraban cuando sin querer tropecé con una niñita muy simpática la cual después de derramarme encima un helado que se estaba comiendo me sonrió, con esa sonrisa infantil e inocente propia de los niños y tomándome de la mano me dijo que la acompañara…a pesar de estar digno de un banquete para cualquier hormiga, no me importó y decidí ir con ella. Me internó en el bosque y me soltó. La vi alejarse y yo aproveché el momento para limpiarme el helado, luego me senté al pie de un árbol hermosísimo que por momento se me pareció a mi abuelo…Grande…digno de respeto.
Y esperé… No se en que momento la chiquilla regresó. Traía en sus manos un pañuelo y al destaparlo logré ver en su interior un pajarito hermoso con un pico muy parecido al color de la plata el cual parecía estar dormido. Entonces la niñita me dijo:
-Se cayó de este árbol. Y yo no puedo subirlo ¿Podría usted ayudarme?
No supe que contestarle. Yo desde niño cosa a la que le he tenido pavor es a las alturas y al mirar aquél árbol inmenso, me puse pálido. Pensé un instante y al final no se como terminé encaramado en él, con el ave en las manos. A duras penas logré colocarlo en el nido y cual sería mi sorpresa cuando lo vi despertar, desperezarse y luego de decirme gracias en un tono muy parecido al de mi voz salió volando…Pero era yo el que volaba…alto...en el cielo…

Desperté asustado. Después de comprobar que mi cuerpo estaba en perfecto estado y a pesar de no haber escrito ningún cuento, me fui a mi casa un poco aturdido pero con una sensación distinta en mí…por primera vez en mucho tiempo me sentí libre…