Ya no insistan,
no golpeen mas la puerta,
no saldré.
Hoy habrán muertos.
Me tiraré en el suelo
para ver la sangre
que dejo caer.
Por dentro el fuego me quema
pero no saldré.
No aplaudan
Que no saldré,
he dicho;
no mas función.
Será la última de
Rojo telón.
La luces revientan
y mi garganta arde.
Déjenme con esta asesina
que llevo dentro
Ya me pesan los parpados y el cuerpo
ahora si habrá función,
cortaré tu cabeza
y tus ojos sacaré
pero antes que eso sucediera
botaron la puerta,
sólo carne amontonada
había en la pared,
un charco rojo…
Pero digan que está viva
y que no la maté.