Empezare con tus ojos, ventanas al olvido, ventanas a lo hermoso, ventanas abiertas al sol de la mañana que entra anunciando mis ruegos, cuestionándote a ti, si existo en algunas formas o penumbras, tuyas, si acaso el sol te dijera todas las palabras que mi boca suscita a su mas cercana y melancólica amiga la luna, daría por echo que lagunas harías en tu lecho, mas creo que NO!, por la espera y lo maduro de estas ansias insólitas de mi mente; de tenerte. Pero de todos modos la esperanza nunca es muerte y aun espero que un día sus gritos mudos te lleguen, cuando esto se exprese, y se haga presente mis deseos de quererte, esperare a verte, a observar tu infinito universo, que al solo rose mi vista en tu destellante mirada un contacto hagan. Aclarara y me informara, que mi mensajero un triunfo más se ha logrado apuntar.