…”Hacé algo para vos”… me dijo Sara mi sobrina mayor, la frase me retumba en la cabeza. Desde que tengo uso de razón me fijé que cosas querían de mi o necesitaban de mi los demás. ¿ Será esa mi misión en la tierra?. A mamá le gustaba que le pusiera los ruleros los sábados y le pintara las uñas, recuerdo cuando me decía…¿ Juana que tenés que hacer esta tarde?, yo sabía que atrás venía el pedido. Papá venía del campo y parece que la única que podía ayudarlo a sacarse las botas era yo, también le gustaba el arróz que preparaba con cebollita picada y me pedía que se lo hiciera todos los jueves.
Mi imagen la fui formando con lo que los demás veían de mi, ser aceptada parece que era lo que me hacía sentir plena y así pase de ser Juana la hija, a Juana la esposa cuando me casé con Pedro como Dios manda, virgen y preparada para el matrimonio. Empecé a estudiar todas las cosas que a él le gustaban, las camisas con los cuellos duros y sin ninguna arruga aunque esa tarea que siempre odié me demandara muchísimas horas, sus gustos en la comida, dejé de comer cosas que a mi me gustaban porque él no podía sentir siquiera el olor, el coliflor por ejemplo. La forma de hacer el amor.
Y llegaron los hijos y pasé a ser mamá Juana ocupada en los gustos de cada uno, en sus demandas, en sus necesidades y disfrutaba sus logros como si fueran míos. También fui Juanita la vecina siempre atenta a quién me necesitara…”Juanita me voy de vacaciones ¿me podrá regar las plantas y darle de comer al Toby”?…ó Juanita ¿hoy no va al centro? necesito pagar la boleta de la luz… Internaron a don Héctor hace falta cuidarlo un par de horas por la tarde, usted que no trabaja ¿podría ir?...
Hoy enterramos a Pedro, mis hijos tienen sus vidas, yo 70 años y una frase retumbándome en la cabeza … “Hacé algo para vos”…….Y ahora me pregunto ¿Juana que querés hacer?.. .¿que cosas te gustan?... Ya no me acuerdo.