Lo trascendente consiste en que podemos transformarnos en cualquier otra cosa dentro de lo inmanente, y que lo inmanente constantemente se transforma.
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La inmanencia es la noción filosófica de que todo lo que existe es todo lo que es o de que todo lo que es es todo lo que existe y que no hay fuerza alguna, ni ente ni mente ni poder fuera de todo lo que es.
La trascendencia es la noción filosófica de que existe algo fuera de todo lo que es, que es motor de todo lo que es. El primer motor de Aristóteles, el Uno de Plotino y el mundo de las Ideas de Platón - todas estas fuerzas o motores, llamémoslo "Dios" existe, se halla fuera de todo lo que es, fuera de la existencia o por lo menos fuera de la existencia constatable.
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Ahora bien, para el conocimiento filosófico y científico es más válida la noción de inmanencia. Pero muchos confunden inmanencia con todo aquello que puede ser medido y nombrado, como si lo inmanente fuese todo aquello que puede ser puesto al servicio del hombre y caen en el error de negar algún misterio a la existencia.
Como lo inmanente no es siempre lo mismo, porque todo se transforma, es necesario reconocer cierto principio trascendente en la inmanencia que consiste en el reconocimiento de que lo inmanente no es cosa y que por tanto posee de manera inmanente los principios de su propia transformación - lo trascendente se halla en lo inmanente.
Hacer parte de lo trascendente en lo inmanente es en lo que consiste la ética kantiana, la santidad y el ser-ahí histórico heideggeriano ¿Y en qué consiste una ética de tal magnitud? Sólo soy capaz de expresarlo sustentándome en algunas nociones de Wittgenstein, que se reducen más o menos a esto (lo puedo sustentar de mil maneras, lo difícil consiste es en expresarlo y para expresarlo a veces es necesario caer en algunas exposiciones ya dadas, ya hechas): Un objeto posee la capacidad de habitar estados de cosas; un estado de cosas se define por las relaciones que se dan entre objetos; un estado de cosas está compuesto por objetos y sus relaciones; etc. Pero el objeto, como tal, posee la capacidad de habitar cualquier estado de cosas, es decir: un objeto es de cierta manera independiente del estado de cosas en el cual se encuentra, pero no es independiente de la necesidad de estados de cosas en el cual habitar, un objeto no puede ser tal sin una relación que lo defina como objeto (es decir, se dificulta la idea de que un objeto lo pueda ser solo), pero un objeto ciertamente posee la facultad de ser tal en cualquier relación. Los modos de relación entre objetos definen un estado de cosas. Como un objeto posee la facultad de cualquier relación con otros objetos y como un estado de cosas sólo es capaz de permitir un modo de relación, podemos afirmar que la fuerza de lo trascendente en todo estado de cosas se halla en los objetos... En otras palabras: un estado de cosas condiciona los modos de relación entre los objetos pero en los objetos se halla en potencia la posibilidad de otros modos de relación..., es decir: de transformar el estado de cosas. ¿Qué nos condiciona a comportarnos de cierta manera en el estado de cosas, cómo el estado de cosas nos condiciona a comportarnos de cierta manera, a relacionarnos de una cierta manera con otros objetos en ese estado de cosas, cual es el sustrato?: El lenguaje, el uso que le damos al lenguaje. Es el lenguaje de un estado de cosas lo que nos condiciona a relacionarnos de una cierta manera con otros objetos dentro del estado de cosas. De ahí la importancia del Arte, tomando al Arte como el vislumbre de otros modos de relación potenciales en los objetos, pero que se hallan fuera del estado de cosas en el cual circunstancialmente estamos habitando como objetos.
Esa fuerza que existe como potencia en todo objeto es lo que hace posible lo trascendente en lo imanente, la trascendencia de la imanencia, pués. Para Kant esa es la ética - el descubrir en uno mismo la facultad trascendente y vivir en consonancia con ella, ejecutándola en lo posible. Pero esa es también la fuerza a la que llamamos Santidad.
Por lo tanto: lo trascendente y su posibilidad se halla como principio en lo inmanente y lo inmanente es todo lo que podemos ver y todo lo que podemos ver es todo lo que existe pero ¿Podemos ver todo lo que existe? ¿De dónde surge todo lo que puede existir? De la misma inmanencia, así que la imanencia es todo lo que Existe, pero no todo lo que se ve - el principio de la trascendencia se halla en la inmanencia... (¿El principio de la trascendencia se halla en los objetos que se hallan en la inmanencia?)
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Teniendo el objeto la facultad de trascender estando en cualquier estado de cosas dado - y, como vemos, todo estado de cosas dado es insuficiente - ¿En qué consiste la santidad? Consiste en que el objeto conociendo y asumiendo sus facultades como ser trascendente activa todas sus facultades como objeto - como ser - dentro de los límites del estado de cosas dado en el cual se encuentra. Por supuesto: el objeto que asume y enciende todas sus facultades dentro de un estado de cosas dado choca con el estado de cosas dado, que solamente puede tolerar un aspecto minúsculo del objeto... aquel que se halla dentro de su lenguaje. La santidad no viene a ser otra cosa que la PÉRDIDA en un estado de cosas dado de todo AQUEL MATERIAL POTENCIAL por parte de un objeto que asumió su capacidad... extra circunstancial.
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