Y llegaste el Domingo… y al verte bajar del avión recordé tu cara otra vez, y los latidos del corazón se me alteraron… las manos y las piernas me temblaban, no podía creer que estabas ahí, frente a mi, con tus ojos café, con tu pelo negro, y mi sonrisa en tus labios, aquella que me regalabas en cada mirada, aquella que siempre me hacia reír…
Y te quedaste ahí, sin saber que hacer, sin saber que decir, sin saber si reír, llorar o ambas cosas… y tu corazón, quería sentirlo, a ver si latía al ritmo del mió… y te quedaste ahí de pie, con la mirada perdida, y en tu mano vi el anillo…me dio ganas de llorar a como llore hace 3 años, cuando pensé que nada volvería a dolerme igual…
Es todo tan diferente, verte así tan de repente, aquí, frente a mi… Yo que pensé haber dejando nuestra historia atrás, yo que jure nunca mas llorar por vos, yo, que me dije tantas veces “lo voy a dejar de querer”… y aquí estoy yo, conmovida al verte otra vez…
Y soy débil, porque me doy cuenta que no eh podido con vos, que no eh podido olvidarte, ni dejarte de amar, ni de extrañar… soy débil porque no puedo odiarte, porque veo esos ojos y lo olvido todo, y soy capaz de perdonar sin dejarte siquiera pedirme perdón… soy capaz de amarte a como si nunca deje de hacerlo, a como si nunca nos separamos… y seguís aquí, conmigo… seguís aquí dentro de mi corazón, de donde nadie te ah logrado arrancar aun matando este corazón…seguís aquí, conmigo, dentro de mis sueños, dentro de mi historia, dentro de mi vida, debajo de mi piel, reencarnado en mi cuerpo… aquí, nunca te has ido. |