Recuerdo que te miraba de lejos. Jugabas solo , ya que el resto de los niños eran mayores para tí. Sin embargo me mirabas, con aquellos ojos que no
te han abandonado; una mezcla casi perfecta de risa y llanto, en tono azul verdoso. Devolví tu mirada con una sonrisa, algo que se repetiría años y hombres después-en fín- aquel dia de nuestro primer encuentro, yo tenía 11, tu solo 8.
Nuestras madres tramitaban viajes con rumbos distintos, y tú, al mirarme, demostraste que todos los caminos conducen a Roma.
Tenias ocho años de sabiduría, de eso no cabía duda alguna, y aquel Consulado se encargó de enseñarnos la importancia del amor precoz y cargado de conocimientos. Aquella mañana , tú y yo , fiumos por primera vez alumnos, y cupido también trabajó para nosotros. Tu sonrisa perturbante marcó mis movimientos, desde ese entonces ya nada fue lo mismo; mis actos resultaban incompletos, mis rodillas no sostenían todo el peso, y mis manos no expresaban con suficiente vehemencia sus actos...
(...)Mi dictador de ocho años, hoy, solo hoy, completo mis acciones al descansar en tus brazos. El mosaico por fín esta entero , y añadi a mis tres idiomas enseñados por tu existencia, el de una lágrima, el de la magia y el de un suspiro... hoy nos hemos vuelto políglota.
Recordé nuestro lenguaje , de silencios , miradas y corazón. curiosa mezcla; inocente en ese entonces, significante hoy en día... dos chicos que
abandonaron sus suerte a un Consulado y a los caminos de Roma.
Hoy Roma arde, vive, y colapsa, con mayor ímpetu y conocimiento... la inmortal Roma sólo se extinguirá en el ocaso de nuestros tiempos, por fortuna conocimos el imperio en nuestra infancia. Cada imperio tiene sus eras y nosotros
bien lo sabemos; nuestro segundo encuentro obedeció necesariamente a mi estupidez por conquistar rumbos ajenos , y a la bota de yeso que impidió que arrasaras con mis defensas en un acto de reclamo de pertenencia....18 y 21, una decada de malos caminos...y solo fue la tecera vez, ( la terecera es la vencida) con la certeza de que acunabas un viejo juguete del primer imperio, que
comprendí que aquel tesoro añoso y raido guardaba el brillo que mi alma buscaba con ceguera y furia. Comprendimos la importancia del imperio, creado
de 8 a 11 o de 11 a 8...
-11veces te querré, y 8 veces tú estaras devorando mi piel
-8 veces seremos uno, y otras 11 reiremos juntos
Esa fue nuestra carta magna, nuestra Roma crecía y respiraba. Y solo hoy, que el imperio es fastuoso, y que ya todos los caminos nos unen
irrevocablemente. Hoy comprendo, en el calor de tus labios, que quizás en nuestra muerte volvamos nuevamente a pisar un Consulado con 11 razones
para decir te amo y 8 lágrimas de despedida al imperio...