Firme la mujer, una columna de cemento,
vertical su hermosura, sobre su alma de hierro
En su vientre fecundado donde corre un río
de ecos lleva en su caudal pasiones,
de noches de fuego eterno.

Y en la casa que levanta cual si fuera un caracol
baldea las almas grises de los hombres que la habitan ,
solo basta su sonrisa y sus manos luchadoras
para hacer salir el sol desafiando cualquier hora.

Estas palabras son simples, como simple es la mujer
y simple siempre ha de ser quien la quiera de algún modo
la verdad es que nada es todo y ella lo sabe muy bién.

Ya he visto muchos galanes que no caben por la puerta
yo siempre la dejo abierta para quien quiera pasar
pero no dejes jamas un ramo de rosas muertas.