La tarde se viene,
la noche se anuncia,
los soles se esconden,
y las aves a sus nidos vuelven,
no quiere el gallo cantar aún,
pues en acto de astucia,
el sueño del cielo anuncia.
No quiere el sol anochecer,
Ni la luna el amanecer,
Las loicas prefieren cantar de madrugada,
Los tordos ansían el atardecer ,
El colibrí vela sus últimas flores,
De flor en flor,
De pistilo en pistilo,
Como bailarín especial
Danzando entre caprichosas doncellas.
La tarde se viene,
Ha expandido su manto,
No quiere ser vista,
Aunque prefiere pintarse de gala,
Pues desea ser conocida,
Por jóvenes amantes,
ancianas caminantes
y monjas orantes.
Quiere el sol,
Hechar su último vistazo,
La luna desde lo alto
Espera la retirada
De su bien amado.
Mientras un moribundo espera,
Por la muerte ser encontrado.
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