Los cánticos que los llevaban a derrumbar todo lo armado, aquellos cánticos jugosos y esponjosos que merodeaban aquel 54 de abril del año pasado. todo se tornó complicado cuando él se encontró entre la espada y la pared. Debía agarrar sus cosas e irse, o entregarse de una buena vez por completo a la idea de que estarían por siempre. Miedo, miedo era lo que tenía. Era algo nuevo, mágico y hermoso, pero era nuevo... y como bien dicen las normas(justo al pie de página y con letra bien chiquita), era entendible que sintiera miedo. la situación tenia altibajos, pero no de esos normales al estilo de un electrocardiograma, nono, esos subian y bajaban pero de manera compleja, gravitativa, colorida, magistral.
todo estaba a punto, pero el asomaba su cabecita entre las sábanas, y la miraba la miraba la miraba, y sentía confianza... caía en su sensualidad.
l'amour l'amour se escuchaba por el balcón con una debil pero poderosa sonata, se escurría entre la ventana y llegaba a sus oídos.. sonreía y se convencía mas de la decisión final.
elcielo gris, gris se reflejaba en los espejos. Ella se vestía con un chanel, mientras el decidía y decidía. Se ponía sus zapatos de taco alto, tomaba la cartera y asomaba por el amplio balcón para contemplar la Eiffel y que una sonrisa de alegría se dibujara en su rostro. Su sueño, hecho realidad.
él ya decidido, envuelto en su sabana blanca, completamente desnudo, la agarra, la besa, y le dice,
Vamos hermosa, que Paris nos espera.