Muchas veces sentimos el dolor de la perdida, esa angustia en nuestro pecho de el saber de ke las cosas no salieron como habíamos pensado, de que nuevamente hay que comenzar de nuevo a vivir toda la historia, es como aquel otoño donde siempre de los árboles hace caer las hojas, pero a la ves es como la primavera, porke después de seguir el mismo ciclo siempre al final, una flor distinta y nueva, brota de ese pimpollo.
Nuestra vida es una laberinto ke kuando piensas ke avanzabas, retrocedías.
Otra ves estas palabras que son un tanto no alentadoras recorren mi ser y aun siendo vacías me hacen sentir completa.
No soy mártir de mala familia, ni de mal amor, tampoco soy victima de disconformidad, o rebeldía y mucho menos de necesidad de atención.
mi punto de vista es muy simple y no complejo; no es tema de edad, casi imposible de ignorancia o egoísmo, la vida es una carrera y la muerte es el premio.