La luna ya no es luna, y el sol ya no es sol, el día ya no es día y la noche ya no reina. Solo un fondo gris y a veces violeta pueden ver mis ojos chiquititos.
Algo moja mi rostro en estas veredas que no se diferencian de la calle, ojala esta noche tenga su estrella mas preciada y el día su luz mas deseada.
Tal vez la luna esta triste y se esconde detrás de estas lágrimas que mojan mi ser.
Tengo el estómago vació, y la mirada muda, un cielo que no es cielo tapa mi sonrisa al igual que una oruga a una mariposa.
Este invierno tapo el brillo de mis ojos y a la vez mi sonrisa.
Pisando los charcos y pensando en líneas para escribir puedo pisar las hojas del otoño que anuncian desde el piso la ida del mismo y la llegada del cruel invierno que tapa el verde de las hojas, el cielo celeste y hace el día largo.
Maldito aquel día que el hombre se desarrollo o tal vez maldito aquel día que me parieron.