Aquellos pasos auguraban ese vía crucis hacia la ciudad. Detrás, algunos policías continuaban acosándolos con insultos y agresiones, mientras infinidad de brazos esclavizados continuaban bajo esas pancartas en abierta protesta. Hasta que la balacera hizo blanco en uno de ellos y lo derribó.
Otros manifestantes también fueron sacrificados delante de esa catedral; quizás a la espera de un juicio divino...
Texto agregado el 29-01-2004, y leído por 262
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Lectores Opinan
29-01-2004
La Iglesia siempre ha sido el parapeto de las demandas sociales. Escudarse tras ella, tampoco es sinónimo de santidad. Buen relato social, lindita. gui
29-01-2004
Interesante cómo la historia puede ser cíclica venicio
29-01-2004
Protestas contra la iglesia, Cuidado que ese es uno de los poderes mas grandes que hay en nuestra tierra.
Felicitaciones y un abrazo Pinocho
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