Para Noni donde quiera que estés ójala seas muy feliz amor...

Hoy abrí los ojos, me levanté con la tranquilidad que tiempo atrás hube perdido, estaba sola en casa en uno de esos momentos que uno realmente logra disfrutar el estar solo. Puse música suave, de esa que le da un toque especial a las mañanas con uno mismo. No quería que nadie me interrumpiera, así que cerré todas las cortinas que dan a la calle, también desconecte el teléfono, apagué mi celular y decidí quedarme un rato con la mente en el cuerpo.

Entré al baño, puse mis toallas sobre el perchero, saqué mi canasta de baño, esa que tiene todo lo que las mujeres no necesitamos pero que nos hace sentir bien, ¡que obsesión por embadurnarme el cuerpo de porquerías! Creo que nunca me había percato de la cantidad de cosas que me hecho encima, me dio un poco de risa, ¡no!, no me dio un poco de risa me dio mucha risa, me burle de mi y de lo tapada que estoy de la cabeza. Eso es lo bueno de los momentos de intimidad conmigo misma.

Me miré al espejo, me agradó mucho ver mi rostro me sentí hasta un tanto sensual quitándome la ropa, jugué a seducir a la del espejo por primera vez en mucho tiempo fue ella lo que me interesó y no más. Nadie más estaba entre nosotras, me dieron celos de mi misma, cuántas veces habré estado con alguien que me habrá acariciado era tan rico, por qué no hacerlo yo comencé a tocar mi cuerpo, no era deseo, era el amor hacía mi misma que recién comienzo a entender.

Estaba totalmente extasiada cuando abrí la llave del agua caliente y me sumergí bajo la lluvia de la regadera, el agua me tocaba, me acariciaba, me escurría lentamente sobre el cuerpo, la música había terminado Mozart ya no tocaba más para mi, pero no importó el agua me había seducido totalmente, el baño estaba repleto de vapor. Pudo haber pasado una eternidad en ese momento y no sé tal vez pasó pero para mi lo fue, una eternidad que disfruté.

El agua caliente comenzó a consumirse y el agua fría amenazó mi momento, fue entonces cuando caminé al espejo y con la mano izquierda extendida sobre el mismo lo limpie, volví a verme y comencé a llorar, mis lágrimas se confundieron con el agua de mis cabellos. Mi momento había terminado, como terminó lo mío con él, había que aceptar la realidad lo quiero pero él no eres tú y tengo miedo de sobreponerme, tengo miedo de confundirte otra vez con alguien equivocado, de pensar que estoy contigo y estar con otra persona porque tengo miedo de que alguien vuelva a romper mi corazón, eso duele, y duele mucho.

Aunque tengo más miedo de no sobreponerme, de dejar de ser yo por no sentirme sola, tengo más miedo de no encontrarte por aferrarme a la persona equivocada, terminar con alguien que no seas tú. Y sé, porque realmente sé que no eres perfecto que donde estés, vives con mil defectos como yo pero sé, que entre tus virtudes está buscarme como te busco yo, sé que siempre me dirás la verdad porque sabes y entiendes que nuestro reto es aceptarnos, no quiero a alguien que no este dispuesto a amar, si eso sucede no eres tú, será él pero jamás podrás ser tú. Él puede romperme el corazón al no luchar conmigo por un sentimiento pero tú solo podrás hacerme pasar momentos de tristeza y de felicidad porque entiendes el concepto de pareja y estarás conmigo cuando juntos tengamos que llorar y serás mi motivo para sonreír cada momento.

Por eso hoy se que si importa cuantas veces me tengan que romper el corazón porque eso duele, y duele mucho pero vale la pena porque sé que existes y que donde estés, debes estar buscándome como te busco yo, no sé si te encuentre pero vale la pena intentarlo...