Tu voz.
Tú hermosa voz, delirio de los Dioses.
Tú voz grandeza de los cielos.
Tú voz, qué es él aliento de mi Dios.
Endulza con su timbre meloso, mi agitada vida
La cual sin verte, sin oírte,
Se prolonga en una agonía de muerte.
Tú voz es la que me empuja ha salir triunfante,
En batallas sin final a no sentir derrota.
Cuando el coraje se agota por no escucharte.
Tú hermosa voz, delirio de los dioses,
Deciden ante ella vivir en suplicio.
Ha vivir antes de que está se apagué,
Dejando de trinar con tú aliento
El cual apaga su sed de tortura hacia
Los humanos divagantes, que amenazados de muerte,
Suplican si tú dejas de cantar en su nombre.
Tú voz, grandeza de los cielos,
Se encuentran en ella atrapados los vientos,
Los que con gusto dejaron de surcarlos.
Para entregarse a ti y recibir el suave y fresco aliento
Y obedientes obedecen ha ciegas,
Cuando deseas que naveguen para así saciar
El ardiente infierno donde divagan las almas en exilio
Que por falta de amor, no pueden escaparse.
Tu voz que es el aliento de mi Dios
Y dejo su calidez en ella, para sentirme reconfortado
A cada instante en que sobre mi rostro,
Tú pronuncias su nombre.
Obligando al más cruel de sus arcángeles
Ha suplicar su mirada sobre el se pose,
Y perdone sus tormentos,
Su exilio en un infierno de fuego,
De fuego ardiente, de fuego eterno, buscando redención.
Buscando tan solo un aliento tuyo
Le dejes inhalar y respirar
Para así terminar el castigo eterno al cual fue sometido.
Tú voz es la música que me arrulla.
Es un aliento de esperanza para sostenerme.
Es el hilo que sostiene el perdón de los dioses,
El viento de los cielos que refresca mis alientos
La grandeza de mi Dios que se hace presente.
Yo sin tu voz,… no vivo,
Sin ella no refuerzo, mis alientos para saciar mi sed
De lucha interminable
Que me empuja ha alejarme del mal,
Ha besar los pies de mi Dios
Cuando se muestra en tus labios
Escapando el aliento que pronuncia mi nombre
Yo sin tu voz, no vivo, sin ella muero, sin ella me detengo
Sin tú voz, mi existencia no vale,
Yo,… sin tú voz no vivo, sin ella hoy, quedo exiliado.
Autor Javier Guillen.
Dedicado al ser que mas amo.
Mi hija.
(en proceso de correción)
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