Todo comenzo aquella noche previa asu viaje a la isla de santillana. Todo se vislumbraba como un paraiso. Empacaba con gran emocion sus dos maletas que nunca abandonaba, las repleto con ropa blanca, zapatillas de goma y sus mejores lociones y cremas de afeitar. No podia olvidar un solo detalle que fuese en desmedro de una presentacion personal impecable.
Serian las ocho de la noche cuando prendio su computadora para verificar a Roxana que el vuelo llegaria aproximadamente a las diez treinta del dia siguiente.
Por fin podria abrazar con toda su fuerza a la mujer que noche a noche compartia su soledad en la pantalla del aparato tecnologico. Por fin podria decirle libremente lo mucho que ya la amaba y la necesidad de escuchar los arrumacos y mimos que ella le prodigaba por este medio.
Era ya largo el camino recorrido, por especio de cuatro años aproximadamente se habian relatado todos los pormenores de su vida y cada noche, ella, le repetia que cada dia del calendario ella moria un poco, asi que era muy importante el conocerse y compartir sus vidas.
Asi pues, el viaje era apremiante.
Para sosegar un poco su espiritu, se reclino en la cama y observo las muchas fotografias que roxana habia enviado por correo directo.
Era verdaderamente bella, una mujer en toda su extension, de lineas delicadas ydefinitivamente sensual.
como pudo se arrellano en la cama y se dispuso a cociliar el sueno.
El sol generoso en rayos dorados inundo la habitacion y Etelberto se despabilo y con movimientos agiles, procedio a empacar sus maletas en la camioneta iniciando su marcha al aeropuerto. ya nada podria impedir su felicidad, la suerte estaba echada.
Asi pues,tomo el avion rumbo a Santilla. el vuelo fue de una tranqulidad nunca antes vista lo cual, le permitio saborear varios cocteles que de paso le aplacaron su ansiedad.
Tras surtir todas las diligencias aduaneras, logro salir a una zona del aeropuerto donde lo esperaria Roxana, abarco con su mirada todo el lujoso salon, la gente apresurada corria or todas partes, cuando de improviso, logro divisar a una ancianita que agitaba desesperadamente un baston y a grito batiente mencionaba su nombre !!Etelberto!! !!Etelberto!!. En medio del estupor del viajero, la ancianita se abrio paso entre la gente, y llegada a el con ansiedad le decia !! acaso no sabes que la vejez prematura es la peor de las enemigas del amor!!.
CATALINA PALACIO.