¿Adiós amor?
¿Quién lo diría? Yo contigo juntos en la eternidad...
tu olor, tu mirada, tu misteriosa sonrisa, nuestras manos entrelazadas y ese ultimo beso... todos los pequeños detalles los recuerdo como si hubiera sido ayer. Como ese día nunca va a ver otro.
Por alguna extraña razón siempre estabas ahí cuando te necesitaba, eras el niño perfecto, un sueño hecho realidad...
Después de algunos días de vacaciones unas amigas y yo habíamos quedado en pasar la noche en la casa abandonada era algo así como un reto y antes de pasar a una nueva etapa de vida queríamos revivir nuestra infancia aunque fuera por solo una noche.
Todo estaba preparado y cuando por fin llegamos la casa se veía aun mas tétrica que otros días, brincamos la barda y comenzamos a instalarnos en una vieja habitación, cuando de repente oímos un pequeño grito nos asustamos y salimos corriendo esa noche cuando llegue a casa no pude conciliar el sueño pensando en que habría pasado, no podía quedarme así tenia que saberlo.
Al día siguiente hable con mis amigas y quedamos en retomar la misión de la noche pasada pero esta vez ir mas preparadas.
Cuando por fin llego la noche empezamos a ejecutar nuestro plan, llegamos de nuevo a la habitación pero ya no estaban nuestras cosas, empezamos a recorrer la casa y realmente era enorme, ¿cuántos secretos no estarían guardados ahí?.
Regresamos a la sala y comenzamos a platicar hasta que nos quedamos profundamente dormidas cuando amaneció todo estaba normal no había pasado nada, caminamos decepcionadas a nuestra respectiva casa y después de ese día nunca volvimos a mencionarla.
El verano en que te conocí fue simplemente único pasaban las horas a tu lado y el tiempo nunca alcanzaba para decirte lo mucho que te quería éramos 2 locos enamorados profundamente.
Un día, nuestro aniversario decidí sorprenderte y llevarte a un lugar especial: la casa abandonada...
Cuando llegamos me di cuenta de que todo estaba exactamente igual saltamos la barda y empezamos a buscar algún lugar para instalar nuestra romántica cena, pasadas las 12 de la noche una extraña atmósfera empezó a llenar la sala en la que estábamos un escalofrió recorrió mi cuerpo cerré los ojos por un momento y te abrase con mas fuerza cuando los abrí ya era muy tarde...
Sentí como si el tiempo se detuviera por un momento y el latido de mi corazón se acelero vez mas.
Nuestras respiraciones se volvían mas intensas y poco a poco el lugar en el que estábamos se fue convirtiendo en nuestra tumba.
Súbitamente la casa empezó a derrumbarse a nuestro alrededor y en cámara lenta fui viendo como un pedazo de techo caía sobre nosotros.
El ultimo recuerdo que tengo es tu mirada llena de una mezcla de terror por ver cerca tu fin y felicidad por que ahora ya nada podía separarnos.

Ale Prieto. ©