En el inmenso Camposanto descansan impenetrables tus coplas del pasado. El mármol no lleva nombre El mármol sepulta aquellos viejos sueños. Las funestas calas cubren un cuerpo desolado y los cuervos vuelan sobre sangre seca Nada queda, la tierra , se lo ha devorado. Yo aquí, viva y a tu lado justificaré tu existencia gestaré tu nuevo nacimiento. Nadie mientras yo viva beberá de tu sangre ni manchará tu nombre. Y la luz en la oscuridad borrará tu sufrimiento Juntos sepultaremos la tristeza y allí dejaremos que descanse para siempre El espanto 13-5-2006
Texto agregado el 23-10-2006, y leído por 180 visitantes. (2 votos)