Entre paraisos desteñidos de esperanzas deambulan las inconcientes crecidas "Celosidades".
Se pasean sin saber donde van, ni donde están; no saben si existen o son parte de una inconclusa burla al amor; se miran entre ellas y ven desidio en sus ojos, están al borde de la locura y aun asi gritan realidades posibles.
Se hunden en largas conversaciones de castillos de agua construidos sobre las nubes, y sobreactuan cualquier matiz de movimiento al sonido de las palmas: tac-tac y se tiran al piso a reir descontroladas, tac-tac y se maquillan con sangre de libélula los labios, tac-tac y se sientan desconsoladas a llorar, tac-tac y se levantan con el pecho erguido y comienzan a marchar, tac-tac y explotan en rabia, la marcha se detiene, se secan las lagrimas, se les corre el maquillaje, la risa se pierde en los garabatos que expelen esos labios que antes solo besaban el silencio y corren sin destino, por que nunca supieron donde debian ir, solo sabian que tenian que estar ahí.
De toda esta idiosincrasia formo parte un pequeño arbusto llamado "Devenir", el cual distinguió claramente la razón de la veleidosidad de las Celosidades...
"Son un cuarto de tortura para el amor con 3 segundos, en el dia menos indicado pasado mediodia, y de un apagado mes de incoherencia, del año de la inseguridad. ", pensando afirmaba esto.
Ligero de pies se retiró de aquel fatidico y fugaz paraje; nuestro testigo aún piensa cuando cambiará la hora del amor.
|