No sé si te amo como nunca te han amado,
sólo sé que te odio como nunca he odiado,
y que tengo temor como nunca he tenido.
Mi vida absurda, ¡no tiene sentido!

El único aliento que me llega es la Brisa.
Brisita de los cielos y mi otra hija Linda.
Mi Brisa tan alegre que con “¡Papi!” me recibe.
Mi Linda que es tan linda y sólo me sonríe.

Hay días en que pienso que quisiera que te fueras.
¡Y las veces que me has dicho “ojalá que te mueras”!
Si no fuera por mis hijas de seguro me iría.
Sin esas niñas bellas siento que me moriría.

¿Pero qué puedo hacer para llevarme bien contigo?
Si te digo la verdad y dices que te he mentido.
Sé que sólo quieres controlar toda mi vida,
que me quede en la casa en la noche y en el día.

Hay días en que creo ser capaz de hacer eso,
pero sé cómo me tratas, creo que no lo merezco.
Quiero ser un hombre y vivir mi propia vida.
No quiero ser tu esposo, sólo el padre de mis hijas.

Quiero estar contigo pero sólo como amigo.
¿Qué puedo hacer para llevarme bien contigo?