la hija de la vida tocabá
las pequeñas hondas del mar con su mano derecha
y clamaba al cielo
mientras el gemido de piedras
entristecén su labios
en vano buscaba la sonrisa de
su cara en las movedizas aguas
mientras la luz opaca del dia
esperaba la tarde llegar..
Sus parpados
fuerón sus soneto que buscaba..
En el apagón de la tarde
mas tarde las estrellas
brillabán...
De pasiones siempre escritas.
Juan_Poeta
Texto agregado el 21-10-2006, y leído por 245
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
21-10-2006
Muy bello, hacía mucho que no te leía+++++ La_Entidad
21-10-2006
bonito poema mari-posa
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