Nunca
es una promesa
de amor eterno
de encuentros ansiados.
Un lago seco
en medio de un bosque hueco.
La visión de un amor muerto.
El ansia de los cuerpos
que se desearon
pero ya no.
El sentido del acto de respirar
se remite al nunca
de las promesas,
al calor de la palma de las manos
que acariciaron ese cuerpo...
...pero ya no.
3/6/02
Texto agregado el 27-02-2003, y leído por 357
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