El funeral del amén despidió olores sabor estrellas.
La pequeña luz acicaló el perfume de su menstruación.
Mudos en un mundo de lluvia de pétalos.
..caramelos de plomo con crema de mercurio…

La electricidad que ocultó los embriones en la luna hecha de cartón con sonrisa de crayolas; el viento ecó los pulmones en la carriola de fuego.
El velo hecho de mariposas contagió sus inyecciones de leucemia y vendió sus escamas de unicornio. Sin palabras, los labios de cera amalgamaron el oxígeno. Máscaras de cáncer con amapolas de anémonas.

El pasillo que abandonó el hospital cubrió sus muñecas de cereal. Naufragó en tragedias y devoró las manos entrelazadas.
La noche tragó vacaciones con cócteles vengativos. Desconectó el cielo de las constelaciones y envenenó el pulso completamente imperfecto.
Los tatuajes cicatrizados con cometas, inhalaron anfetaminas del biberón y apagaron los besos medusa.
El simple vagabundo que secuestró la galaxia, sofocó el embarazo reptil.

La esfera inconstante censuró las madrugadas asesinas. Con el cincel de pólvora, la fotografía emanó de la esencia marchita.. los no siempre eternos gargajos pudrieron la fermentación de sus ovarios.
Los barrotes que encerraron el aerolito murmuraron un aria tierna.
La la lala la la lala la la laa la la la lala la la la

Cenicienta masticó alquitrán.
Cenicienta emancipó las cenizas de la brisa.. perdió sus latidos…

La cámara que incineró la muerte de la vida de tres meses, retorció su metal y lloró el coloide ensangrentado que terminó en las llamas de su corazón.
Los diminutos pies encendieron las balas carbonizadas. Los cangrejos recogieron el manantial de azúcar y polvo dental.
El humo que escupió la noche dilató las lágrimas del ocaso… fulgor en su reminiscencia.

Las nubes de almidón derritieron la vela y los sueños desesperados por gritos y micrófonos de algodón. El anillo de esponja suspiró la despedida eterna. Ojos ya jamás despertados.
El vaho del revólver no titubeó.
Las tarántulas hornearon cauterizaciones.
La sirena rompió la fuente nupcial. Abrió la yugular de puré y no dejó que amanecieran los asteroides. Francotiranizó una y otra…, y profundamente otra vez…

La ventisca en la hamaca abrigó el suero en la frente de orión. El sudor que extinguió los restos del frío, pereció en la flora balística. Almendras en el parque.

…di adiós…
serpientes serpientes serpientes
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