Nehila mira el arco Munahara que cuelga de su hombro. Dicen que con uno, sin mucha habilidad, un arquero puede disparar una flecha desde la cima del monte Suktmbara, el más alto de la región, y clavarla en las montañas del oriente. Después de andar un trecho por las rocas filosas, finalmente completa su viaje de 3 días y llega a la cima.
Se descuelga el arco y descubre su carcaj, cargado de flechas Uhmbiguara. Según dicen, la madera y la piedra de la que estan hechas pudieron soportar el peso de 40 soldados del rey, colgados de una de ellas con una soga.
Nehila descansa varias horas, para segurarse de poder imprimirle la mayor fuerza posible a aquél arco.
En estos tiempos estúpidos y grotescos, en que ya nada es difícil de creer, Nehila va a hacer lo increíblemente imposible. Extrae de su bolsa una cuerda larguísima, quizás la más larga jamás fabricada por su gente.
Se para en el borde de la pendiente, inhala profundamente y tensa la cuerda con la flecha escogida. Cierra un ojo, el derecho, calcula la angulación, exhala y suelta la cuerda.
Algunos minutos más tarde tira de ella. El extremo se pierde en el horizonte bajo las nubes sobre las que esta la cima de la montaña.
Lo siguiente es un acto de fé; Ata el extremo libre a una estalacmita de una cueva en la cima de la montaña y de su bolsa saca un gancho de metal plateado.
Lo coloca por encima de la soga y cierra los ojos unos momentos. No hace más de dos inhalaciones antes de lanzarse al vacío.
Tarda poco en notar que está cayendo a una velocidad increíble pero, con alarma, se da cuenta de que no se esta deslizando por la soga tensa, sino que ésta cae libremente junto con él.
Y no es el extremo atado a la flecha el que serpentea frente a él; Es el que rodeaba la estalacmita de la cueva segundos atrás.
En estos tiempos de grotescas y estúpidas barbaridades, una estupidez acaba de costarle la vida al último ser valiente de la tierra.
La valentía muchas veces se le ha atribuído a los estúpidos. Nehila era un estúpido de verdad y las leyendas nada decían sobre una estalacmita que resistiera el peso de una persona.