Si pudiera crear la luz entre mis manos,
Iluminaría con ellas, la parte más oscura de mi alma.
Acabaría con las tinieblas que recorren mi yo interior, liberándolo, dejándolo fluir con total desparpajo.
Crearía letras nuevas llenas de color, las canciones tristes al simple contacto con mis tímpanos se convertirían en un nuevo himno a la alegría y la ilusión que siento al verte, se reflejaría en mis ojos en vez de quedarse rondando dentro de mi sombra.
Si creyera en esa posibilidad, mi vida seria aun más intensa, aprovecharía el tiempo en lo que realmente importa y jamás volvería a conocer el mal humor y la fatiga.
Mientras canto estas añoranzas, el tiempo de mi reloj de arena se consume con el mismo sonido de un ave de paso sobre nuestras cabezas.
Si pudiera crear la luz entre mis manos, te la regalaría sin decirte nada, que amanecieras una mañana con la luminosidad de la creación, directa de mis manos hacia lo más profundo de tu interior.
Sentarnos juntos al borde de la cama y con una sonrisa en los labios, dejar atrás los resentimientos y dar un respiro a la vida mientras seguimos surcando el cielo azul.
Dejando atrás los “si pudiera” y encontrando la luz en el espacio ínfimo que separa nuestros cuerpos.